CONVERSIÓN PERSONAL.

Asumir y proseguir la causa por lo que Jesús dio su vida pasa por la conversión personal. La fe cristiana consiste en creer en Jesús y actuar en consecuencia. Cuando la fe es viva, produce una unión estrecha con Jesús y una verdadera amistad con él. La relación con Jesús me transforma, me cambia, me hace seguidor suyo. Es imposible trabajar con y para Jesús y seguir siendo egoísta. La amistad con Jesús me descentra y ya no vivo para mí, sino para la causa de Jesús.